Armonía, plenitud, equilibrio, salud, postura, felicidad. Podríamos citar un millón de razones por las que practicarlo, intentar convenceros con vídeos, fotos, testimonios… En realidad solo necesitamos dar unas pinceladas y repasar por encima sus principales ventajas, citar los beneficios del Yoga más básicos para que os deis cuenta de que no importa si está de moda o no, si lo practican nuestros amigos o nadie que conozcamos: los ejercicios del Yoga aportan increíbles mejorías a nuestro estado físico y mental y debería ser una actividad diaria para todos. Cuando termina la jornada más de uno nos sentimos agotados. Nuestras articulaciones están entumecidas y el cuerpo un tanto rígido. Aunque cueste al principio hay que desperezarse si no queremos que nuestra salud se resienta a la larga. El Yoga nos ayudará a trabajar precisamente nuestra flexibilidad. Nos enseñará a estirar nuestro cuerpo poco a poco y a moldearlo como plastilina para que no se note tanto el paso de los días en esa incómoda silla de oficina.

En qué te ayuda el hacer yoga:

Solo con comenzar a practicar Yoga trabajaremos músculos y huesos que no sabíamos ni que teníamos. Y es que es probable que estas zonas del cuerpo que no conocemos, pero sí utilizamos, a la larga nos duelan. Por lo general vamos adquiriendo vicios posturales que hacen, a corto plazo, que tengamos dolores constantes aunque llevaderos, y luego pasen a ser molestos o insoportables. Un ejemplo clarísimo, además muy extendido, es el dolor de espalda. Solo con estar sentado de forma incorrecta día tras día nos acabarán doliendo las cervicales, el lumbago, etc. La solución es bien sencilla y placentera… practicar Yoga, que además de aliviar nuestros dolores nos ayudará a corregir la postura de una forma natural. El Yoga hace que nuestros huesos y músculos trabajen consumiendo calorías, pero estirando y fortaleciendo nuestra musculatura y estructura ósea. Previene la artritis y afecciones tipo osteoporosis, entre otras.

Beneficios del Yoga y la meditación

Pero no solo hay ventajas físicas. El equilibrio entre cuerpo y mente es sin duda uno de los principales beneficios del Yoga. La vida ya es lo suficientemente estresante por sí sola, cuando no hay problemas graves, son otros más comunes los que nos agotan: niños que consumen nuestra energía, el atasco diario para llegar a nuestro empleo, el propio trabajo, el no tener trabajo… Tener unos minutos a la semana para desconectar y no pensar en lo que nos preocupa no solo es importante, sino vital. Además, como cualquier ejercicio físico, practicar Yoga de forma continuada hace que nuestro cuerpo produzca endorfinas. A grandes rasgos incrementa los niveles de serotonina (que controla los estados de ánimo). Si a esto le sumamos el punto de relajación que nos aporta esta disciplina procedente de la India podemos concluir que no solo habremos aliviado nuestras dolencias físicas y prevenido enfermedades, sino que seremos más positivos, confiaremos más en nosotros mismos, fortaleceremos nuestra empatía y mejoraremos nuestras relaciones con los demás. Un estado de felicidad que bien merece apuntarse al gimnasio y dar clases de Yoga en Madrid.